Te ibas a casa, pero estás tan depre que te paras en un bar para tomarte una cerveza. Quien dice una, dice una docena. Cuando llegas a casa, estás como una peonza, te tiras en el sofá y de inmediato la casa empieza a girar sobre si misma. Tantas cervezas y sin comer nada no te han sentado nada bien. Sales corriendo hacia el cuarto de baño pero no llegas a tiempo y empiezas a vomitar por toda la casa y cuando por fin llegas al water, ya lo has echado todo.
Pasas un sábado de mierda, tu compañero de piso echandote la bronca por la peste que has dejado en casa y que ha tenido que recoger él todo el vómito.
El domingo estás mejor de salud, pero tu compañero de piso sigue bastante enfadado y te pasas el día jugando a la play.
Cuando llega el lunes, el despertador te machaca los sesos, te espabilas, desayunas, te vistes y te vas a toda leche a la oficina. |