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Novato en la oficina | drakki | 1

 

Un novato en la oficina.

Menos mal que es viernes, porque aunque hayas empezado a trabajar el lunes, ya llevas cuatro broncas, dos de tu jefa, una de tu compañera y otra de un desconocido por el teléfono. Y no es que no te los merecieras, no, estos días estás aprendiendo el significado de la palabra ”agobio”.

Ahora mismo estás perdido en un mar de papeles que tu jefa te ha pedido para el medio día y son las 11h52 en el reloj de tu PC y estás muy lejos de haber terminado con esta tarea. Ya no sabes cuales son los entrantes, los salientes, los facturados, los por facturar, los no facturados, los...

“Joder! Pa esto he estudiado cinco años de carrera!!! Puta mierda!”

Miras a tu alrededor por si hubieras dicho esas palabras en voz alta, para tu gran alivio, parece que no. Estás perdido, ya no sabes que hacer y falta nada para que te llame la gran cabrona. Y mira que está buena la tiparraca, está tan buena como es cabrona. Se llama Rosa, medirá uno setenta, rubia teñida, bonita cara y bonito cuerpo, tendrá unos treinta años, te han dicho que no está casada y que es la típica trepa pisa-cabezas, que es muy peligrosa y se está jugando un próximo ascenso, así que no tendrá piedad de ti si la cagas.

No sabes como salir de este atolladero, le podrías pedir consejo a tu compañera, pero ella te echó una bronca hace dos días. Antonia tiene 42 años, madre de tres hijos, es muy profesional, se lo sabe todo y lo que más le fastidia es que le llamen la atención por una cosa que ella no ha hecho y por lo visto, más si la culpa es tuya. No es que sea muy comunicativa contigo, para ella ni siquiera existes, como mucho eres un moscardón molesto.
Dos mesas más hacia el centro está Silvia, una morenita atractiva que te sonríe al verte pasar y por lo que has podido deducir, le hace gracia verte tan agobiado. Aún no has iniciado una conversación con ella, pero en esta oficina, la gente no pierde mucho tiempo en hablarse entre ellos, todo muy profesional.
Junto a ti pero de espaldas está Eduardo, un gordo cabrón (“¿Es que en esta oficina solo hay cabrones?”) con bigote, mala leche, que se pasa el tiempo ladrando al teléfono a otros empleados y a proveedores.

 

¿Qué haces?


          Preguntas a Antonia.

          Preguntas a Silvia.

          Preguntas a Eduardo.

 
 
 

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